Ante un rival algo más fuerte, la Celeste fue claramente superada y tuvo una de sus peores actuaciones de los últimos tiempos a nivel defensivo.
Los locales abrieron el score a los 9’, cuando Minamino recibió en el área de espalda al arco ante la mirada de Godín y Coates, giró hacia su botín derecho y remató bajo y cruzado. Fue la primera llegada clara del conjunto nipón, que fue apoyado de manera constante por un público fervoroso que nunca dejó de cantar.
Pese a perdonarle la vida a Uruguay, Japón terminó abrochando el partido sin mayores sobresaltos y casi sin haber sufrido posibilidades de gol en contra en el último cuarto de hora. La victoria del seleccionado nipón fue justa y hasta debió ser más abultada en el tanteador.
Fuente: Montevideo Portal