Lula, sobre el que recae la posibilidad de ser encarcelado por el juicio sobre corrumpción, continúa presentándose en el sur del país en una demostración de la simpatía que despierta en la población.
En la tarde llegá a su cuarta etapa en la ciudad de San Borja, en Rio Grande del Sur.
La presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Greisi Hoffmann, exigió en una rueda de prensa este martes garantías para la caravana, después de que se registrara la actuación violenta de milicias profesionales en la región sur del país.
"La caravana pacífica y democrática del expresidente Lula está siendo amenazada y agredida por milicias armadas por la extrema derecha aquí en Río Grande del Sur, con características fascistas", dijo.
Aseguró que la vida de los expresidente Lula y Dilma Rousseff pueden correr riesgo y son responsabilidad del Ministerio de Seguridad Pública.