Los servicios consulares de EE.UU. en Cuba han permanecido cerrados durante cuatro años a causa de un supuesto síndrome que quedó en nada, pero que marcó el principio del fin del "deshielo" entre Washington y La Habana.
La reactivación limitada de la actividad consular estadounidense en La Habana, anunciada este jueves por el Gobierno de Joe Biden, llega en un complejo momento de las relaciones bilaterales, que, pese al cambio del año pasado en la Casa Blanca, siguen marcadas por el retroceso que supuso el mandato de Donald Trump (2017-2021).
La reducción al mínimo del personal en la embajada se anunció el 29 de septiembre de 2017. El Departamento de Estado canceló entonces de "forma indefinida" la emisión de visas. La causa fueron los misteriosos "incidentes de salud" que sufrían algunos de sus diplomáticos, con síntomas similares a los de lesiones cerebrales, al que se denominó "síndrome de La Habana".
DW