Una caravana de al menos 6.000 personas partió el lunes de la ciudad mexicana de Tapachula, en el sur de México, con la esperanza de llegar a la frontera con Estados Unidos y solicitar asilo en ese país. Muchos de los miembros de la caravana son de Venezuela y Cuba, dos países que se han visto profundamente afectados por las sanciones económicas que les impuso Estados Unidos. La caravana coincide con el inicio de la Cumbre de las Américas, donde los líderes planean tratar el tema de la migración. Estas fueron las palabras expresadas por Luis García Villagrán, uno de los organizadores de la caravana.
García Villagrán dijo que “les decimos a los mandatarios que no somos moneda de cambio de nadie. No vamos a esperar hasta que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, en agosto, decida sobre nuestras vidas. Hoy no vamos a esperar a que el Instituto Nacional de Migración nos resuelva en septiembre. Hoy, los ciudadanos libres de la Hispanoamérica salimos caminando de esta gran cárcel migratoria en que nuestros funcionarios han querido convertir a Tapachula”.
Democracy now