Tres expertos de la ONU* en derechos humanos instaron este jueves a las autoridades españolas “a investigar a fondo” la presunta utilización de los programas espía Pegasus y Candiru “para atacar a figuras públicas y activistas catalanes en España tras la campaña de independencia de 2017”.
Entre ese año y 2020, los dispositivos de al menos 65 políticos y activistas catalanes “fueron objeto de un programa de espionaje complejo y sofisticado”. Entre las víctimas se incluye a líderes catalanes, miembros del Parlamento Europeo, legisladores, juristas y miembros de organizaciones de la sociedad civil.
Los especialistas indicaron estar “particularmente preocupados por el alcance y la sofisticación del programa de espionaje, el hecho que se usara durante un largo período de tiempo y que fuera utilizado contra líderes y activistas de minorías que no participaron en ninguna actividad violenta”.
Asimismo, “recordaron que las minorías están específicamente protegidas por las normas internacionales y europeas de derechos humanos”, y que “un programa de espionaje dirigido contra un grupo minoritario puede constituir una grave violación de estas normas.
Los expertos contactaron al Gobierno de España sobre este tema el pasado mes de octubre y las autoridades españolas respondieron “que las investigaciones estaban en curso y que no era posible pronunciarse sobre casos que estaban pendientes de investigación judicial”.
Del mismo modo, reiteraron su llamado a instaurar “una moratoria global sobre la venta y transferencia de tecnología de vigilancia, hasta que se establezcan regulaciones sólidas que garanticen su uso de conformidad con los estándares internacionales de derechos humanos”.