El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se reunió el viernes con el presidente estadounidense, Joe Biden, en la Casa Blanca, donde Biden condenó el extremismo violento tras el ataque que perpetraron los partidarios del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro contra tres edificios gubernamentales en Brasilia, hecho que tuvo lugar una semana después de la investidura presidencial de Lula. Dicho asalto generó rápidamente comparaciones con la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos.
El Presidente Joe Biden, dijo: “Brasil y Estados Unidos permanecen unidos. Rechazamos la violencia política y damos gran valor a nuestras instituciones democráticas”.
Los mandatarios también hablaron sobre la crisis del cambio climático. Después de la reunión, Lula dijo que confiaba en que Estados Unidos se uniría a un fondo destinado a proteger a la Amazonia de la deforestación.
En tanto, el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que está “convencido de que estamos en una era diferente. Brasil ha vuelto al escenario global y está utilizando su poder político y el respeto que se ha ganado para que la gente, junto con otros países, podamos cumplir con las tareas que debemos llevar a cabo por la humanidad”.
Los datos del Gobierno brasileño mostraron que la deforestación en la Amazonia disminuyó en enero, el primer mes de la presidencia de Lula, en comparación con el mismo período de 2022.
Durante su estadía en la ciudad de Washington D.C., Lula también se reunió con legisladores progresistas, incluidos el senador Bernie Sanders y la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, y con los líderes de los principales sindicatos estadounidenses.
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