El 10% más rico de la población mundial se lleva actualmente el 52% de la renta mundial, mientras que la mitad más pobre obtiene el 6,5% de la misma informó este martes la subdirectora general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la Comisión de Desarrollo Social de las Naciones Unidas.
Manuela Tomei explicó que ocho años después de su adopción, la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible está siendo puesta a prueba por la pandemia COVID-19, el cambio climático, la guerra en Ucrania y las transiciones demográfica y digital.
“La pandemia mató a más de 6,8 millones de personas, sumió a millones en la pobreza extrema y el hambre, y destruyó empresas y puestos de trabajo. Muchos países aún se están recuperando de ella, mientras el mundo se enfrenta a otras crisis”, declaró.
Por ello, señaló que crecieron las desigualdades en materia de ingresos, empleo y derechos y que también se intensificó la discriminación y hostilidad hacia las mujeres, los migrantes y los refugiados.
“La participación de las mujeres en los ingresos totales procedentes del trabajo es inferior al 35%, lo que supone sólo un aumento del 5% respecto a 1990”, destacó. Al mismo tiempo señaló que “214 millones de trabajadores viven en la pobreza extrema -con menos de 1,90 dólares al día- y que el número de trabajadores pobres está aumentando en los países en desarrollo”.