"Está por verse. Será caótico por un tiempo", respondió ayer, martes (9.05.2023), el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a periodistas que le preguntaron si su gobierno está preparado para un aumento significativo de migrantes cuando el jueves a las 23H59 hora de Washington (03H59 GMT) expire el llamado Título 42, una regla activada durante la pandemia que permite expulsar automáticamente a casi todos los que llegan sin visa o documentación necesaria para entrar.
Horas antes, Biden habló con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sobre las consecuencias del levantamiento de esa norma.
Ambos presidentes tienen que coordinarse porque una vez que se levante la norma sanitaria se usará exclusivamente el Título 8, que permite solicitar asilo siempre que la persona pueda convencer de que será perseguida o torturada si regresa a su país, pero también autoriza la deportación acelerada de los demás. Y una parte de los expulsados acabará en México.
"Discutieron la estrecha coordinación continua entre las autoridades fronterizas y las fuertes medidas de aplicación de la ley", en previsión del Título 8, cuyas consecuencias son "más graves" porque castiga con cinco años de prohibición de entrada a los deportados, afirmó la Casa Blanca en un comunicado.
DW