La ONU afirma que 60.000 menores de edad corren riesgo de sufrir desnutrición y que las personas se ven obligadas a buscar comida entre los escombros, la basura o en otros lugares al tiempo que los comedores comunitarios se quedan sin suministros.
Neama Farjalla: “Juro por Dios que si no morimos a causa de los ataques aéreos, moriremos de hambre. No estamos a salvo. Le pido al mundo entero que nos escuche, realmente no estamos seguros. Nos trasladamos de un comedor comunitario a otro en medio del peligro. Lo juro por Dios, Israel está lanzando ataques en todas partes. Si no muero en estos ataques, moriré de hambre con mis hijos. ¿Qué se supone que debemos hacer? ¿A dónde deberíamos ir? Mírennos. Dennos una solución. Hemos estado padeciendo esta tortura durante un año y medio. Estamos cansados”.
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