Después de dos años interrumpida por la pandemia, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires volvió a abrir sus puertas y a habilitar, de ese modo, uno de los eventos culturales más importantes de Latinoamérica, por su tamaño, la enorme cantidad de gente que convoca, y por el peso de las y los escritores, ilustradores, editores que protagonizan las más de 1600 actividades programadas hasta el próximo 16 de mayo. Con el impulso de la celebración del reencuentro vivido en el predio de la Rural, la ceremonia tuvo la marca contundente del discurso inaugural del escritor y columnista de este diario, Guillermo Saccomanno, de fuerte tono crítico hacia las condiciones sociales y de producción de la industria editorial en la Argentina, del oficio de escritor en particular, y además a una lógica comercial que atañe también a esta feria.
Como es tradición, dieron también sus discursos el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, el de Ciudad, Enrique Avogadro, el presidente de la Fundación El Libro, Ariel Granica, y también Tatiana Viera, en representación de La Habana, la ciudad invitada de este año.
Página 12