Tras las afirmaciones de la militante, los hechos se precipitaron: el propio denunciado efectuó un anuncio público que generó cierta controversia, porque en esa instancia remarcó la separación entre su vida privada y su accionar política, pero eligió la sede parlamentaria como espacio para tal declaración.
Durante su breve alocución, y tal como informáramos, Penadés sostuvo su inocencia de los casos de pedofilia que le achacara Papasso, y anunció a su vez que demandará a quienes estén implicados activamente en tales acusaciones que considera injuriosas.
Por su parte, Fiscalía investigará de oficio el caso.
Durante el fin de semana, y quizá gracias al obligado reposo del comienzo de Semana de Turismo, la información sobre el caso “fermentó” y de ese caldo surgió una curiosa derivación: la posibilidad de que las denuncias contra Gustavo Penadés no fueran una iniciativa de Papasso, enojada por el ninguneo del legislador, sino una maniobra de sus propios correligionarios.
La idea fue vertida en Twitter por el publicista Esteban Valenti, popular en ese foro virtual, y recibió críticas, burlas y nuevas interrogantes.
Confirmado por tres fuentes diferentes, las acusaciones de Celeste contra Penadés son parte de una conspiración interna del Partido Nacional. Entre los blancos es vox populi.
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