Lunes, 29 Enero 2024 09:31

OPINIÓN - Deseos electorales

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Con buenas señales provenientes del sector turístico, al menos mejores que algunos pronósticos, se ha instalado el nuevo año.  

El comienzo de enero ha sido importante en lo referente a la llegada de viajeros a nuestras playas, junto con un turismo interno nada despreciable que genera actividad productiva y trabajo para miles de compatriotas. Este dato positivo inaugura el año; un tiempo que comienza con la playa y el sol, y que tendrá sus momentos intensos en la actividad política de cara a la elección del nuevo gobierno que asumirá la conducción del país en marzo de 2025.

Y cuando todavía resuena en nuestros oídos los deseos para el nuevo año, es bueno pensar en deseos más concretos, tangibles y comprobables justamente a la luz del proceso electoral que comienza dentro de un poco más.

¿Y cuáles son esos deseos? Sin ser demasiado profundo, pensamos que el mejor de todos es que tengamos la mejor y más tranquila campaña electoral. El término “tranquila” puede resultar engorroso de incluir, pero la referencia es simple y sencilla; la alusión es a que no hagamos cualquier cosa para destruir al contrincante con tal de pensar -calculadora en mano- que podemos ganar no sé cuantos votos más. Hablamos de los políticos, claro. Que todos recuerden que la política debe ser, o debería ser una actividad para promover los mejores valores de la sociedad, su crecimiento económico y su desarrollo en general. El concepto de “servidor público” debe ser la premisa de los políticos que buscan que el ciudadano confíe su voto llevándolo a asumir la función pública.

Otro deseo sería que además del nombre del candidato, el partido, la lista y el largo en torno que genera una postulación, ésta este generada por ideas, por proyectos, por iniciativas que el ciudadano pueda elegir. No se trata de mengano o perengano, se trata de las ideas que representan esos candidatos. Porque la democracia tiene en su esencia el debate y la discusión de ideas sin importar ni exagerar demasiado en la cara del protagonista. Despejar la paja del trigo, descubrir aquellos que buscan ubicarse en un lugar de poder, de los que piensan que deben trabajar por la comunidad y la sociedad toda. Este último sería otro de los deseos para el nuevo año electoral.

Y también, bueno es decirlo y repetirlo, que la confrontación que seguramente suceda, sea sobre lo que venimos señalando: “ideas”, las diferentes formas de observar y actuar ante fenómenos que ocurre en el país y que se debe trabajar sobre ellos.

El último deseo, y si me permiten creo que es muy importante; tener presente la honestidad de los políticos, la ética indispensable para que ellos nos representen, recordar su trabajo anterior, su paso por la función pública, sus aciertos y sus desaciertos, como si se tratara de un trabajo más, evaluar su experiencia anterior y cual ha sido el resultado.

Cuando miramos el panorama, y observamos la región, reafirmamos una vez más estos puntos que son vitales para ser más fuerte esta democracia que nos enorgullece.

Cinco años de la vida del país y de nuestra vida se juegan en una elección, y participar, tomar una posición luego de conocer y analizar propuestas, es una de las acciones más importante de un sistema democrático.

Como decía mi abuelita; “todos opinan y todos saben; pero solo poquitos son los que deciden”.

Viejo Vizcacha