Cinemateca presenta Pobres criaturas

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Pobres criaturas, está basada en la novela homónima de Alasdair Gray, publicada en 1992 y adaptada por el guionista Tony McNamara, con quien el director Lanthimos colaboró en La favorita (2018), aquella prestigiosa película ambientada en el siglo XVIII y centrada en la relación disfuncional entre la caprichosa e infantil reina Ana de Gran Bretaña (Olivia Colman), y dos ambiciosas confidentes (Rachel Weisz, Emma Stone) que rivalizaban por su atención y favor.  

Stone vuelve a trabajar bajo las órdenes del director griego, encarnando ahora a Bella Baxter, una versión femenina del monstruo de Frankenstein, revivida por el clásico científico loco (Willem Dafoe), con el cerebro de un bebé no nato en reemplazo del suyo. Todo muy loco, de veras.

Como el buen salvaje de Rousseau, pero sin su bondad inherente, Bella se verá embarcada en un rito de pasaje, dejando de ser una niña manipulada y reprimida, para convertirse en una mujer libre, emancipada y autosuficiente, algo que para el hombre machista bien puede ser el equivalente del Monstruo Amenazante Definitivo. Esta versión libre y perversa del clásico de Mary Shelley, se desarrolla como una versión gótica de la era victoriana, un oscuro cuento de hadas medieval o uno de los tantos multiversos de los cómics de Marvel o DC, pero en su línea para adultos. El fotógrafo Robbie Ryan, distorsiona visualmente los encuadres, haciendo uso de una estrategia obtenida del cine expresionista alemán de Murnau y Wiene, para transmitir el delirio y la locura de este universo.

Godwin (¿broma interna?: es el apellido real de Mary Shelley) es el hijo bastardo de los Frankenstein encarnados por Udo Kier en la muy desagradable película de Paul Morrissey y Andy Warhol, y por Peter Cushing en los más respetables clásicos dirigidos por Terry Fisher para los estudios Hammer. Lanthimos lo presenta como un hombre torturado físicamente por un padre (otro científico mucho más loco que él), amante de la ciencia y que está más allá de cualquier juicio ético y moral, que decide revivir a una mujer que cometió suicidio lanzándose de un puente en un estado avanzado de embarazo, para luego convertirse en una gentil figura paternal para ella. Su pupilo, un joven y dedicado estudiante que cumple el papel del Igor de la historia. y documenta juiciosamente los rápidos avances de Bella en cuanto a su desarrollo lingüístico, que contrastan con una psicomotricidad torpe, pésimos hábitos de higiene y una gran curiosidad por el sexo.

El fotógrafo Ryan muestra el progreso de Bella, pasando de los colores fríos y tonos oscuros de la casa – laboratorio de Godwin, para gradualmente colmar la pantalla de colores vivos y cálidos, que hacen parte de Lisboa, Alejandría y París, los lugares que Bella visita cuando decide dejar su hogar para irse a explorar el mundo en compañía de su amante.

La participación de la mítica Hanna Schygulla como una mujer que contribuye a la emancipación de Bella; la atípica banda sonora diseñada por Jerskin Fendrix; los extravagantes y suntuosos trajes de Holly Waddington y la dirección de arte de una extraña belleza de Shona Heath y James Price, que remite a los universos fálicos de H.R. Giger, la Ciudad Gótica de Anton Furst y las postales eróticas de finales del siglo XIX, redondean un producto cinematográfico infrecuente. Si Stone no gana el Oscar va a ser un escándalo.

(Poor Things) Irlanda, Reino Unido, Estados Unidos. Dir: Yorgos Lanthimos. Guión: Tony McNamara, sobre novela de Alasdair Gray. Fotografía: Robbie Ryan. Música: Jerskin Fendrix Producción: Element Pictures, Film4 Productions, Fox Searchlight, TSG Entertainment. Elenco: Emma Stone, Willem Dafoe, Ramy Youssef, Mark Ruffalo, Christopher Abbott. 141 min.