Los otros dos radares se ubicarán en Ismael Cortinas, en Flores y en Pirarajá, en Lavalleja. El llamado es internacional y tiene por objeto la adquisición, instalación, capacitación y mantenimiento de hasta tres radares meteorológicos en Uruguay, de la banda C y con tecnología de doble polarización y pulsos Doppler, que por ejemplo permite la detección de tornados activos o en formación. La apertura se realizará el 15 de abril.
La decisión para concretar la compra fue tomada, se establece en el pliego de condiciones, desde que “la República Oriental del Uruguay se encuentra dominada por un clima templado de latitudes medias con múltiples condiciones meteorológicas que generan amenazas con un alto impacto en la población, sus bienes y para el sector productivo.
Particularmente, esta región se ve influenciada por fenómenos meteorológicos extremos que alcanzan características de tormentas, en algunas ocasiones severas, que generan eventos extremos de precipitación, actividad eléctrica, granizo, tornados y vientos intensos. En la actualidad las redes de radares meteorológicos, según la Organización Meteorológica Mundial, son una herramienta esencial en los servicios meteorológicos de todos los países del mundo para la detección de convección húmeda profunda la cual puede conducir a episodios de alto impacto en la población”. Estableciendo una red de radares meteorológicos es posible avanzar en la detección de estos fenómenos a fin de mejorar el tiempo de respuesta, lo cual permite movilizar un mayor número de recursos a las posibles áreas afectadas y por ende un menor impacto en la población y en el sector productivo. “Mejorar la calidad de los pronósticos meteorológicos y contar con los mismos con los plazos más amplios posibles son pilares fundamentales en la optimización de recursos y minimización de pérdidas sociales”, indica el pliego.
Explica asimismo que “las mediciones que se realizarán a través de estos radares se utilizarán con fines operativos y también para investigación y desarrollo, con el objetivo de monitorear fenómenos meteorológicos, la identificación y cuantificación de áreas de precipitación con alta resolución espacial y temporal, así como la detección, cuantificación y monitoreo de sistemas meteorológicos severos. Este proyecto busca sentar las bases de un proceso de construcción y crecimiento nacional a largo plazo, apoyado por la sinergia entre las instituciones que componen todos los eslabones de la cadena de decisión, a fin de mejorar el tiempo de respuesta de la alerta, proveer información de calidad de los sensores remotos y pronósticos numéricos; promover el desarrollo de nuevas técnicas operacionales en el país, su implementación y entrenamiento de los recursos humanos a fin de mejorar la generación de alertas mejorando el tiempo de respuesta”.
El Telégrafo