El aceite usado de motor es uno de los dolores de cabeza de los ciudadanos preocupados por el medio ambiente por su alto grado contaminante, de los mecánicos porque deben guardarlo y entregarlo a una empresa especializada que en realidad lo destina a otras empresas como combustible, y también de la economía, porque tiene un componente importado que significa en definitiva una pérdida de divisas.
Una familia de Paysandú decidió buscar un paliativo a este problema, y “hace unos seis años tuvimos la idea de fabricar un producto de una línea más económica, para competir con aceites que vienen importados o que ingresan por la frontera”, explicó a El Telégrafos Quintana.
La recicladora de aceite combustible está instalada en una zona rural cercana a Paso de la Piedras. Ocupa en un galpón de 10 x 15 metros y no utiliza agua para la producción, ni libera efluentes al ambiente. El aceite usado ingresa en una tolva, y desde allí comienza la purificación con diferentes filtros y alcanza una temperatura de 360 grados. Al final, y después de varias horas de proceso, sale por un lado a un tanque final el aceite totalmente reciclado y bastante líquido (similar a un aceite de cocina) y por otro a otro tanque donde va el agua y las impurezas.
El Telégrafo