Era evidente que la población esperaba el anuncio de nuevas medidas que ayudaran a bajar la curva de contagios de Covid-19, con la consecuencia terrible: los fallecimientos que la pandemia genera y que crecen de manera alarmante.
Era una ocasión inmejorable para dar a la población un mensaje “claro” sobre cómo sobrellevar estos momentos que son, por lejos, los más críticos que hemos padecido desde marzo de 2020. No hubo nada de eso. Solo se presentó una enumeración sobre disponibilidad de camas, vacunas, vacunados... Pero nada sobre la movilidad, nada sobre las actividades no indispensables, solo la extensión de la no presencialidad para la enseñanza hasta el 30 de abril.
A esa medida, debió acompañar otras como la exhortación directa, como lo supo hacer el año pasado de “frenar” la movilidad, evitar salir, evitar encontrarse en la casa de fulano, evitar tomar algo con alguien, evitar salir de compras... porque de eso depende los nuevos contagios, y los muertos. Además de la salud del sistema de salud, valga la redundancia, que necesita un poco del descanso que le debemos a los médicos y a todo el personal de salud que viven con el virus a diario.
Era su momento, Presidente, de decir: “Quedense en casa”, “No salgan”.
Estamos a tiempo, puede usted usar un decreto y llevar al extremo como lo hizo la vez anterior y exhortar con el máximo de su comunicación, pedir y obligar en muchos casos, a que se detenga la actividad no indispensable.
Todos los países lo han hecho, señor Presidente, todos. Los países grandes muy grandes, los medianos y los chicos. Achicar “blindar” hasta mayo, y esperar, ver si asi bajamos la curva de contagios. Acá no solo está en juego la economía, las arcas del Estado, lo que está en juego es la salud de la población que merece mensaje directos, claros y no estadísticas engorrosas sobre camas, vacunas y demás.
Nosotros desde este humilde rincón exortamos a todos los uruguayos, les pedimos, reclamamos a la población que no se junte, que no salgan si no es necesario, que si lo hacen lo hagan en lugares al aire libre. Tal vez los uruguayos solos podemos ayudarnos si entendemos que otros están muriendo en una cama, entubados, sin esperanzas, sin afectos que le entreguen sus seres queridos. Y que en esa situación podemos estar cualquiera de nosotros, a no dudarlo.
Como decía mi abuelita, si querés que te entiendan, habla claro.
Viejo Vizcacha
