En Estados Unidos, el derrame de petróleo crudo ocurrido este miércoles en la refinería Marathon Galveston Bay cerca de la ciudad texana de Houston ha provocado nuevos llamamientos para liberarse de la dependencia de los combustibles fósiles.
Mientras tanto, el sur del estado de California enfrenta uno de los peores derrames de petróleo provocados por un oleoducto submarino.
Un estudio reciente del Fondo Monetario Internacional concluyó que la industria de los combustibles fósiles recibe once millones de dólares por minuto en subsidios, a pesar de las promesas de los líderes mundiales de luchar contra la catástrofe climática.
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