En Brasil, dos menores indígenas yanomami se ahogaron la semana pasada en un río donde operan mineros que extraen oro de manera ilegal.
Los líderes yanomami dijeron que los menores, que tenían cinco y siete años, fueron succionados por una draga mientras jugaban en el río Parima. Las autoridades brasileñas alegaron que los menores fueron arrastrados por la corriente del río.
Tras el incidente, los líderes yanomami, quienes durante mucho tiempo se han resistido a la minería ilegal, la deforestación y la destrucción de su territorio, pidieron al presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro que expulsara a los mineros que han invadido las tierras yanomami, la reserva indígena más grande de Brasil.
Según los líderes indígenas, se calcula que en la actualidad hay en la región unos 20.000 mineros ilegales, quienes contaminan los ríos con mercurio, elemento que se utiliza para separar el oro de la arena.
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