Durante los ensayos clínicos, se demostró que el medicamento, llamado Paxlovid, reducía en casi un 90% las hospitalizaciones y muertes de adultos de alto riesgo que padecían COVID-19. Pfizer solicitó el martes la autorización de uso de emergencia para el tratamiento de administración oral.
Esto se produce al tiempo que Pfizer anunció que llegó a un acuerdo para distribuir la píldora a un precio más económico en 95 países de ingresos bajos y medianos al permitir que se fabrique como medicamento genérico. Algunos activistas en defensa de la equidad en el acceso a las vacunas sostienen que la medida es un buen primer paso, pero criticaron el hecho de que el acuerdo excluyera a muchos países. La organización Médicos sin Fronteras dijo: “El mundo ya sabe que el acceso a las herramientas médicas para luchar contra la COVID-19 debe estar garantizado para todos y en todas partes si en verdad queremos contener esta pandemia”. Mientras tanto, los fabricantes de vacunas continúan obteniendo ganancias exorbitantes de los tratamientos del coronavirus. La organización Oxfam reveló que, en conjunto, las empresas Pfizer, BioNTech y Moderna obtienen ganancias de más de 1.000 dólares por segundo, lo que equivale a 65.000 dólares por minuto. En más noticias sobre las vacunas, se espera que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorice esta semana las dosis de refuerzo de Pfizer para todos los adultos residentes en Estados Unidos. Varios estados del país ya han ampliado sus pautas de administración de las dosis de refuerzo para que incluyan a todos los adultos vacunados.
Democracy now