Biden advirtió a los estadounidenses que no entraran en pánico, pero dijo que quienes no están vacunados tienen “un buen motivo para preocuparse”. El presidente estadounidense anunció un plan para distribuir 500 millones de pruebas rápidas de detección del coronavirus para hacerse en casa a partir de enero y para brindar más ayuda a los hospitales. Biden también abordó el tema de los requisitos federales de vacunación obligatoria contra el coronavirus.
“Sé que los requisitos de vacunación no cuentan con el apoyo de muchas personas. Ni siquiera son populares para quienes están ansiosos por ponerse las vacunas. Mi Gobierno no los estableció para controlar su vida, sino para salvar su vida y la de los demás. Más de 400.000 estadounidenses murieron por COVID-19 este año y casi ninguno estaba vacunado; casi todas las muertes podrían haberse evitado”, advirtió.
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