El domingo, por lo menos 19 personas murieron, nueve de ellas menores de edad, y decenas resultaron heridas cuando un incendio llenó de humo espeso un edificio de apartamentos de varios pisos en el distrito del Bronx, en Nueva York.
El comisionado de bomberos de Nueva York dijo que las víctimas inhalaron grandes cantidades de humo y que el fuego fue provocado por un calentador eléctrico que estaba en mal estado. Muchos de los residentes del edificio son inmigrantes africanos. El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, instó a las víctimas a buscar ayuda sin importar su estatus migratorio.
“Si necesitan ayuda, no se revelarán sus nombres al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas ni a ninguna otra institución. Queremos que las personas se sientan cómodas al buscar ayuda”, dijo Adams.
El edificio donde ocurrió el incendio del domingo pertenece a un grupo de inversión cuyo cofundador, Rick Gropper, se había desempeñado como asesor en materia de vivienda del equipo de transición de Eric Adams. Este ha sido el incendio residencial más mortífero de la ciudad de Nueva York en décadas y se produjo pocos días después de que un incendio en un complejo de viviendas públicas de la ciudad de Filadelfia causara la muerte de doce personas, incluidos ocho menores. El congresista demócrata Ritchie Torres, quien representa al distrito donde se encuentra el edificio del Bronx que se incendió el domingo, atribuyó el incidente a décadas de desinversión en viviendas asequibles que, según dijo, deja los edificios “muy expuestos a incendios catastróficos que pueden costar vidas”.
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