En Siria, más de una docena de hospitales de Idlib, una provincia devastada por la guerra situada al noroeste del país, se han visto obligados a cerrar o reducir su capacidad debido a la falta de fondos. En algunos hospitales, el personal sanitario ha tenido que trabajar sin recibir ninguna remuneración para mantener los servicios en funcionamiento. Según la ONU, más de dos tercios de las personas que viven en Idlib fueron desplazadas de sus hogares y casi toda la población de la región vive en la pobreza extrema y depende de la asistencia alimentaria para subsistir.
Mientras tanto, continúan los combates en medio de la guerra en Siria, que ya lleva más de una década. El miércoles, Israel disparó misiles contra un área al sur de la capital siria, Damasco. Según los medios estatales sirios, este es el segundo ataque israelí en lo que va del mes.
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