En Estados Unidos, en el estado de California, un padre mató a disparos a sus tres hijas el lunes durante una visita familiar supervisada en una iglesia ubicada cerca de la ciudad de Sacramento. Antes de quitarse la vida, el atacante también mató a una persona que pudo haber estado supervisando la visita.
Según se informa, la madre de las menores tenía una orden de alejamiento contra el padre, lo que debería haber impedido que él obtuviera un arma de fuego. Las menores tenían nueve, diez y trece años.
En los últimos siete días, ha habido más de 700 muertes vinculadas a armas de fuego en Estados Unidos, según el “Mercado del choque” (Shock Market), una nueva herramienta en línea que contabiliza la violencia con armas de fuego en el país.
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