Según los números presentados este miércoles por la Organización Mundial de la Salud y UNICEF, durante los dos primeros meses del 2022 se notificaron cerca de 17.338 casos de sarampión en todo el mundo frente a los 9665 de los dos primeros meses de 2021.
Ante este rápido aumento de la enfermedad y la alta capacidad de contagio que posee el sarampión, las dos agencias advirtieron que los casos tienden a aparecer rápidamente cuando los niveles de vacunación disminuyen.
La caída se produjo principalmente por tres factores: las alteraciones causadas por la pandemia, el aumento de las desigualdades en el acceso a las vacunas y el desvío de recursos.
Al mismo tiempo, los dos organismos mostraron su preocupación ante la posibilidad de que esta situación no se convierta en el preludio de otros brotes que no se propaguen tan rápidamente.
Otros factores que también podrían contribuir a un posible brote de enfermedades prevenibles mediante vacunación son el desplazamiento de millones de personas por conflictos y crisis, como los de Ucrania, Etiopía, Somalia y Afganistán, la falta de agua potable y saneamiento y el hacinamiento.