La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha asegurado este sábado seguir “con profunda angustia los acontecimientos en la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental”.
Michelle Bachelet se refería así a los sucesos acaecidos en los últimos días, entre ellos, el asesinato de la periodista Shireen Abu Akleh, que murió de un disparo en el cuello mientras cubría las actividades militares israelíes y a pesar de que llevaba el chaleco que la identificaba como periodista.
“Las imágenes de la policía israelí atacando a los dolientes en el cortejo fúnebre de la periodista Shireen Abu Akleh en Jerusalén Oriental, el viernes 13 de mayo, son estremecedoras. Los informes indican que al menos 33 personas resultaron heridas”, dijo Bachelet con respecto a la última acción de las fuerzas de seguridad israelí.
La Alta Comisionada añadió que el uso de la fuerza por parte de Israel, que estaba siendo filmado y retransmitido en directo, parecía innecesario y debe ser investigado con prontitud y transparencia.
Además, aseguró que “debe haber una rendición de cuentas por el terrible asesinato no sólo de Shireen Abu Akleh, sino por todos los asesinatos y heridos graves en el territorio palestino ocupado”.
También recordó que el derecho internacional exige una investigación rápida, exhaustiva, transparente, independiente e imparcial de todo uso de la fuerza con resultado de muerte o lesiones.
En lo que va de año, las fuerzas de seguridad israelíes han matado a 48 palestinos. Este mismo sábado un joven, Walid al Sharif, ha sucumbido a las graves heridas que sufrió en el recinto de la mezquita de Al Aqsa el 22 de abril.
“Como ya he pedido en muchas ocasiones, deben investigarse adecuadamente las acciones de las fuerzas de seguridad israelíes. Los responsables deben rendir cuentas con sanciones penales y disciplinarias acordes con la gravedad de la violación”, añadió antes de afirmar: “Esta cultura de la impunidad debe terminar ahora”.