Esta conclusión se desprende del Observatorio de Política y Violencia Electoral, formado por investigadores del Giel (Grupo de Investigación Electoral) de la Unirio (Universidad Federal del Estado de Río de Janeiro).
Considerando los primeros seis meses, en 2020, año de las elecciones municipales, se registraron 174 casos y, en 2022, 214, lo que supone un aumento del 23%.
El grupo considera como líderes políticos a los titulares y extitulares de cargos electivos, candidatos, excandidatos, precandidatos y determinados funcionarios de la administración pública (ministros, secretarios de gobierno y asesores). Este es el caso de Arruda, quien además de ser guardia municipal y tesorero del PT, se había presentado a concejal y teniente-alcalde por el partido en las últimas elecciones locales.