El Secretario General de las Naciones Unidas recibió “con profunda tristeza” la noticia de que el terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que asoló esta madrugada el sur de Turquía y el norte de Siria provocó numerosas víctimas mortales.
Mientras continúan las tareas de rescate, António Guterres cifró el número de fallecidos en más de 2300 personas e indicó que el de heridos es “altamente superior”.
“Mi corazón está con el pueblo de Turquía y Siria en este momento trágico”, afirmó el titular de la ONU que envío su más sentido pésame a las familias de las víctimas y deseó una pronta recuperación a los heridos.
El Secretario General manifestó el compromiso de la Organización en apoyo a las tareas de respuesta mientras los equipos de las Naciones Unidas sobre el terreno evalúan las necesidades y prestan asistencia.
Asimismo, indicó que cuenta “con la comunidad internacional para ayudar a las miles de familias afectadas por esta catástrofe, muchas de las cuales ya necesitaban urgentemente ayuda humanitaria en zonas de difícil acceso”.
Una víctima del terremoto del 6 de febrero recibe tratamiento en Samada, Siria.