El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, eludió este martes (21.02.2023) pronunciarse sobre la crisis política en Nicaragua, donde el mandatario, Daniel Ortega, ha desterrado y retirado la ciudadanía de cientos de personas opositoras en las últimas semanas.
En su rueda de prensa diaria, que duró cerca de tres horas, un periodista cuestionó al mandatario: "¿Condena usted la violación a los derechos humanos de los 222 nicaragüenses (desterrados) y les ofrecería la nacionalidad mexicana?".
"Vamos a desayunar ya y mañana hablamos, contestamos, sobre ese tema", respondió López Obrador pese a la conocida longitud de sus conferencias matutinas.
El 20 de febrero, una veintena de exjefes de Estado y de Gobierno integrantes de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) denunciaron el silencio de López Obrador ante el destierro y retirada de nacionalidad a 222 personas de Nicaragua.
El silencio del mandatario mexicano contrasta con el de otros gobiernos de izquierda de Latinoamérica, como el del presidente chileno Gabriel Boric -quien ha condenado el hecho y se ha referido a Ortega como "dictador"- y el de Argentina que este martes ofreció la nacionalidad a los grupos desterrados.
DW