“Tenemos una sociedad que en el siglo XXI sueña con un poder judicial que deje de actuar como el brazo ejecutor de los poderes fácticos de la Argentina”, afirmó el presidente acompañado de Taty Almeida, de Abuelas de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz y presidente Honorario del Foro; Fernanda Gil Lozano, directora Ejecutiva del CIPDH-UNESCO, y Horacio Pietragalla Corti, secretario de Derechos Humanos.
“Hoy los Derechos Humanos nos interpelan sobre las desigualdades de clase, de género y étnico raciales”, disertó el mandatario. “Hoy los Derechos Humanos nos dicen que no hay posibilidad de convivencia entre proyectos políticos neoliberales, proyectos reaccionarios, proyectos de ajuste y una verdadera política que garantice los Derechos Humanos de todos, todas y todes”.
El presidente declaró que “tiempos como los que vivimos necesitan de democracias radicales, profundas, dinámicas. Hoy los límites a la democracia y los Derechos Humanos son los factores de poder real y frente al escenario mundial de concentración económica y depredación ambiental, debemos lograr que las democracias sean efectivas”. Y alentó a “organizarnos bajo la bandera de los Derechos Humanos, para que las democracias sean instrumentos de igualdad social”.
Por último, convocó a realizar “un acto de desobediencia en nombre de la vida. Un acto de desobediencia contra la resignación, el desánimo y los destinos inalterables. Resolvamos de forma sabia y creativa, profundamente política, las injusticias y desigualdades”.
En el año en que se cumplirán 40 años de democracia ininterrumpida, Argentina es sede del Foro Mundial que contará con más de 70 países representados, 1.100 actividades, 950 organizaciones participantes, más de 150 conferencistas en 24 comisiones temáticas y 200 actividades artísticas, culturales y audiovisuales.