En el evento de conmemoración participó también la responsable de Asuntos Políticos de la ONU, quien afirma que el legado de la Nakba sigue vivo, denuncia la expansión ilegal de los asentamientos israelíes y advierte que disminuyen las perspectivas de un proceso político hacia una solución de dos Estados conforme a las resoluciones de las Naciones Unidas.
Al cumplirse este lunes 75 años de la Nakba, la ONU conmemora oficialmente por primera vez este lunes la fecha, que marca la expulsión de cientos de miles de palestinos de sus territorios tras la formación del Estado de Israel, con un evento al que asiste el presidente palestino, Mahmoud Abbas.
La conmemoración -que durará dos días e incluirá un concierto-, fue decidida en noviembre del año pasado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en una resolución votada en contra por un grupo de 30 países, incluidos Israel, Estados Unidos y el Reino Unido, pero que obtuvo 90 votos a favor.
La secretaria general adjunta de la ONU, participante en el evento, afirmó que el legado del Nakba sigue vivo y que, por ello, las Naciones Unidas se esfuerzan desde los primeros días de la Organización por encontrar una solución justa y duradera al conflicto palestino-israelí.
“La cuestión de Palestina está íntimamente ligada a la historia y a la Carta de las Naciones Unidas. El respeto del derecho internacional y los derechos humanos, la libre determinación y la resolución pacífica de los conflictos constituyen la razón de ser de nuestra Organización. Los palestinos merecen una vida de justicia y dignidad y la realización de su derecho a la libre determinación y la independencia”, enfatizó Rosemary Di Caprio.
Sin embargo, lamentó, “vemos que continúan disminuyendo las perspectivas de reiniciar un proceso político hacia una solución de dos Estados basada en las resoluciones de la ONU, el derecho internacional y los acuerdos anteriores”.
Entre los factores que impiden ese objetivo, Di Caprio mencionó la rápida expansión ilegal de los asentamientos israelíes y la violencia de sus colonos, así como los continuos desalojos, demoliciones e incautaciones de propiedad palestina.
Citó también los asesinatos de civiles palestinos, el cierre de los accesos a Gaza y las recurrentes escaladas de violencia entre Israel y las facciones armadas que lanzan cohetes contra Israel.
Di Caprio recordó que la de los palestinos es la crisis de refugiados de más larga data del mundo y reiteró que la posición de la ONU es muy clara: “La ocupación debe terminar”, concluyó refrendando el compromiso de las Naciones Unidas con el pueblo palestino para lograr sus derechos inalienables y su autodeterminación.