El pasado 15 de junio, y luego de que grupos opositores anunciaran nuevas manifestaciones en Perú, la presidenta Dina Boluarte reaccionó preguntando "¿cuántas muertes más quieren?"La jefa de Estado hacía referencia a los más de 60 fallecidos registrados en la ola de protestas que se generó después de la salida del poder de Pedro Castillo, en diciembre de 2022, tras un intento de autogolpe.
"Llamo a las personas que nuevamente están anunciando la tercera 'Toma de Lima' o la tercera toma del Perú, ¿cuántas muertes más quieren? ¿Acaso no les duele en el alma haber perdido más de 60 personas en estas movilizaciones violentas?", dijo Boluarte. Las palabras de la mandataria no hicieron mella en el ímpetu de sus detractores, que ya han realizado algunas paralizaciones parciales en distintos puntos del país, y organizan lo que esperan sea una masiva protesta para el próximo 19 de julio, donde aspiran a reunir al menos a 13.000 personas para llegar a la capital.
Entre un extenso pliego de peticiones, los manifestantes exigen la renuncia de Boluarte, quien ya adelantó que gobernará hasta el 2026. "Creo que ese es uno de los peores errores de la presidenta Boluarte, anunciar que se quedará hasta el 2026. Para un sector de la población eso suena como una provocación y un desprecio por los fallecidos", dice a DW el analista Pedro Yaranga, autor del libro "Perú: huellas de la guerra interna" y gerente de la consultora ABC Consulting.
DW