El jefe del grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, se encuentra en territorio bielorruso desde este martes después de su paralizada insurrección en Rusia el pasado fin de semana, en la que su ejército de mercenarios se hizo con el control de la ciudad de Rostov.
Fue en el aeródromo militar de Machulishchi, cerca de Minsk, donde el avión privado de la organización paramilitar aterrizó según informó grupo de investigación Gayun. Su fallida insurrección contra el Kremlin forzó su exilio al país satélite. Desde Estados Unidos fue el presidente del Comité de Inteligencia del Senado, Mark Walker, quién se ofreció a ofrecer detalles sobre la estancia de Prigozhin en declaraciones recogidas por Daily Mail.
“Ha estado encerrado en una habitación de hotel sin ventana para evitar ser asesinado”, dijo. Al mismo tiempo, se pronunció sobre lo sucedido con otras personas que se enfrentaron al presidente ruso. “Ha habido una serie de individuos de entidades rusas que se han enfrentado a Putin durante el último año y medio que, misteriosamente, se han caído de las ventanas del quinto, sexto o séptimo piso”.
El presidente ruso, Vladimir Putin, confirmó esta semana que la financiación de Wagner corría a cargo de las arcas del Estado. “Entre mayo de 2022 y mayo de 2023 el Estado asignó 86.000 millones de rublos (unos 917 millones de euros) para el mantenimiento del Grupo Wagner”, manifestó el mandatario. Una versión que, a las pocas horas, fue desmentida por otros altos cargos del Kremlin como su portavoz, Dmitri Peskov.
Agencias