El Gobierno de Joe Biden anuncia que enviará municiones en racimo a Ucrania como parte de un paquete de ayuda militar del Pentágono.
Estas armas están prohibidas por la Convención sobre Municiones en Racimo, un tratado internacional firmado por más de 100 Estados, aunque no cuenta con la firma de Rusia, Ucrania ni Estados Unidos. Investigadores de la organización Human Rights Watch han documentado cómo las bombas en racimo utilizadas por Rusia y Ucrania han matado y herido a civiles en repetidas ocasiones.
La organización advierte que las bombas sin detonar que permanecen en el terreno después de ataques con este tipo de municiones seguirán representando un riesgo para la población civil durante varios años.
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