“El Secretario General ha recibido con profunda tristeza la noticia del terremoto que ha sacudido Marruecos y que se ha cobrado numerosas vidas”, dijo el sábado su portavoz Stéphane Dujarric.
António Guterres “expresa su solidaridad con el Gobierno y el pueblo de Marruecos en estos difíciles momentos y expresa sus más sinceras condolencias a las familias de las víctimas, deseando una pronta recuperación a los heridos”, añadió.
El portavoz anunció que las Naciones Unidas están dispuestas a ayudar a Marruecos en sus esfuerzos para asistir a la población afectada, aunque hasta el momento el Gobierno no ha solicitado esa ayuda.
El 8 de septiembre de 2023, a las 22:11 UTC, un potente terremoto de magnitud 6,8 grados en la escala de Richter sacudió Marruecos a 18,5 km de profundidad.
El epicentro se situó en el Alto Atlas, a 71 km al suroeste de Marrakech. Marrakech, con una población de 840.000 habitantes, es la ciudad más afectada. Según los medios de comunicación, varias casas se derrumbaron y otros edificios sufrieron daños estructurales. La zona epicentral no está densamente poblada.
A las 12:00 de la mañana, según los medios de comunicación nacionales, el número de muertos ascendía al menos a 820 y es probable que esta cifra aumente a lo largo del día.