El presidente de Argentina destacó que la inteligencia artificial, obliga a repensar la educación, los procesos productivos y la preservación del trabajo.
“Es imposible querer alcanzar un futuro equitativo, promoviendo la continuidad de las mismas lógicas que han generado la desigualdad en la que vivimos”, declaró Alberto Fernández.
Se refirió a la arquitectura financiera mundial, a través de la cual “apuestan a la especulación antes que al desarrollo” y “propician la mano de obra barata antes que la dignidad del trabajo”.
Es hora de promover la justicia social en el mundo.
En relación con las deudas soberanas, sostuvo que se necesita un nuevo marco de tratamiento, y que el Fondo Monetario Internacional (FMI) “no puede subir sus intereses cada vez que la Reserva Federal americana sube sus tasas para contener la inflación de su país”.
“Resulta vergonzoso que aún hoy apliquen sobrecargos a muchos países a los que ya se les vuelve insoportable cargar la mochila de la deuda externa. Irónicamente, el FMI financia a Ucrania en medio de la guerra, y en medio de la guerra le aplica sobrecargos a los intereses que le cobran”.
Por otra parte, hizo referencia al “reto de alimentar a una población mundial creciente en condiciones climáticas críticas”, señalando que “es crucial que haya un sistema de comercio internacional de productos agrícolas más justo”.
Aseguró que el país considera al multilateralismo como “la mejor herramienta para encontrar soluciones compartidas a los problemas comunes” y que los efectos de la invasión rusa de Ucrania no solo tiene “terribles consecuencias en términos humanitarios”, sino también genera niveles históricos de inflación a nivel global.
Lamentó que el Reino Unido continúe rehusándose a reanudar las negociaciones sobre las Islas Malvinas.