"Marzo va a ser muy complicado en materia de inflación", anticipó este lunes el propio presidente argentino, Javier Milei. A pesar del histórico ajuste fiscal y monetario, la tremenda recesión económica y la caída de la cotización de los dólares paralelos, la tasa de aumento de los precios se aceleró en lo que va de marzo.
Esta situación no solo es un problema más para el derrumbado humor social sino que además representa un escollo para la estrategia macroeconómica del Gobierno, porque implica también una aceleración de la apreciación del tipo de cambio. El país se sigue encareciendo en dólares y eso alimenta las expectativas devaluatorias.
El tema preocupa en los pasillos de la Rosada, por eso se convocó a una reunión con los supermercadistas (luego del encuentro de la semana pasada con las alimenticias) para pedirles por favor una tregua de precios. Algo bien curioso para un Gobierno que eliminó todas las capacidades regulatorias del Estado para favorecer los ajustes de mercado. El propio Domingo Cavallo, referente de Milei, admitió que a los formadores de precios se les fue la mano con la remarcación en las góndolas.
Página 12