El presidente ruso presidió el desfile militar del 9 de mayo en la plaza Roja para conmemorar el Día de la Victoria, en el que participan más de 9.000 militares, según medios rusos, así como vehículos blindados, lanzamisiles y aviones.
"Rusia hará todo lo posible para evitar un enfrentamiento global, pero no permitiremos que nadie nos amenace. Nuestras fuerzas estratégicas (nucleares) están siempre en alerta", aseguró.
En otra señal de la ruptura cada vez más profunda con Occidente, Putin ordenó recientemente ejercicios nucleares tácticos con la participación de tropas estacionadas cerca de Ucrania, en respuesta a las "amenazas" occidentales dirigidas a Rusia.
El jueves, el líder del Kremlin acusó a Occidente de querer "olvidar las lecciones de la Segunda Guerra Mundial" y afirmó que Rusia, que se presenta como un contrapeso a la influencia anglosajona, rechaza "la pretensión de exclusividad" de cualquier gobierno o alianza.
El jefe del Kremlin lleva mucho tiempo movilizando la memoria de la Segunda Guerra Mundial, en la que murieron 27 millones de personas del lado soviético, para presentarse como heredero de la Unión Soviética y legitimar su propio poder.
DW