La disolución del Gabinete de Guerra -una decisión que era largamente esperada- llega apenas una semana después de que el líder de Unidad Nacional, el exgeneral Benny Gantz, y su socio Gadi Eisenkot, lo abandonaran por sus desacuerdos con Netanyahu. Esas plazas ahora eran exigidas por la extrema derecha.
A partir de ahora las decisiones sensibles sobre la guerra se tomarán en un foro de consulta más reducido en el que participarán el ministro de Defensa, Yoav Gallant; el de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer; el jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, y el líder ultraortodoxo del partido Shas, Arieh Deri, del círculo de confianza de Netanyahu.
El nuevo sistema evita la entrada en el círculo de poder de la guerra de los dos socios de gobierno de Netanyahu del ala ultraderechista, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, y el titular de Finanzas, Bezalel Smotrich. Su inclusión aumentaría las tensiones con socios internacionales, entre ellos Estados Unidos.
"Ha llegado el momento de tomar decisiones valientes, lograr una disuasión real y brindar seguridad a los residentes del norte, del sur y de Israel en su conjunto", escribió Ben Gvir en una carta posterior a la dimisión de Gantz, con la intención de entrar al gabinete. El ministro apoya, entre otros, volver a instaurar asentamientos en la Franja de Gaza o la entrada de las tropas israelíes en el Líbano.
Netanyahu, Gallant y Gantz eran los únicos con voto en el recién disuelto Gabinete de Guerra, mientras que Eisenkot, Deri y Dermer eran simplemente miembros observadores. Con la salida de Gantz y Eisenkot, el gabinete quedó abocado a esta disolución.
Gantz y Eisenkot, ambos ex jefes del Estado Mayor, integran el partido de centroderecha Unidad Nacional, que se unió desde la oposición al gobierno de emergencia creado por Netanyahu a raíz de la guerra, pero que abandonó ese Ejecutivo la semana pasada por desavenencias con el primer ministro sobre su gestión de la crisis, especialmente la ausencia de un plan de postguerra para Gaza.
DW