Las provincias que ya implementaron la Boleta Única de Papel registraron aumento de votos nulos y en blanco, envidenciando la falta de capacitación de fiscales y ciudadanos. De cara a las elecciones de 2025, la preocupación crece ante los recortes en el Correo y la Casa de la Moneda a cargo de la provisión histórica de padrones, planillas e instructivos. Mitos, teoría del arrastre y elecciones concurrentes.
El cambio a la Boleta Única de Papel plantea una enorme cantidad de interrogantes de cara a las elecciones de 2025. La experiencia, en las provincias que usaron el sistema, es que hay un 5 por ciento de votos en blanco o nulos adicionales porque una parte de los ciudadanos no saben usarlo. Ponen una cruz en un candidato y por ahí también en otro de la misma categoría. Voto nulo. Ponen la cruz en una candidato de una categoría y no lo ponen en candidatos de otras categorías. Se necesita capacitación de los ciudadanos y de los fiscales, algo que no aparece planificado por ningún lado.
El gobierno de Javier Milei cree que el sistema, de por sí, será más transparente, pero quienes llevan años analizando las mecánicas de los comicios afirman que en una mesa en la que una fuerza no tiene fiscales, puede aparecer un montón de cruces en la boleta, nulificando ese voto.
Pero, además, la administración Milei eleva las incertidumbres al máximo. Ha hecho trascender que cerrará la Casa de la Moneda, pero ahí es donde se imprimen los desde siempre los padrones electorales, un trabajo delicado y que requiere de la seguridad equivalente a la impresión de billetes. ¿Se mandará a imprimir al exterior? ¿Lo permitirá la justicia electoral?
Al mismo tiempo, el Correo Argentino, que realiza el 90 por ciento del operativo de los comicios, ya despidió 5.000 empleados y acaba de echar al gerente que manejaba el tema electoral. El brutal recorte de personal pone en duda que el operativo funcione.
Página 12