Los trabajadores de Volkswagen en Alemania iniciaron paros de cuatro horas convocados en las fábricas ante la reanudación de las negociaciones para la revisión del convenio colectivo y los planes de ahorro del gigante europeo, que plantea el cierre de, al menos, tres emplazamientos en el país.
Según informó el medio alemán Zeit, los primeros empleados de la planta principal de la compañía en Wolfsburg dejaron de trabajar a las 09.30 y no volverán a sus puestos hasta dentro de cuatro horas.
El sindicato IG Metall ha convocado la segunda huelga de advertencia, que son paros temporales habituales en las negociaciones salariales en Alemania, en nueve de las diez fábricas que la automovilística en el país: Wolfsburg, Braunschweig, Emden, Hannover, Kassel, Salzgitter, Chemnitz, Dresde y Zwickau.
Esta huelga llega después de que alrededor de 100.000 trabajadores secundaran la anterior, celebrada el pasado 2 de diciembre, tras expirar un día antes la obligación de respetar la paz social. Además, coincide con la reanudación de las negociaciones para la revisión del convenio colectivo, ya que trabajadores y directivos de la compañía se reunirán esta tarde después de que el último encuentro culminara sin avances debido a que la empresa consideró insuficiente la propuesta de ahorro de IG Metall.
El sindicato planteó un sendero de negociación para ahorrar 1.500 millones de euros en costes laborales si la compañía renunciaba al cierre de plantas, algo que "todavía está lejos de ser suficiente para asegurar el futuro de Volkswagen", en palabras de su consejero delegado, Oliver Blume.
En este contexto, el canciller alemán, Olaf Scholz, pidió a Volkswagen en una entrevista al grupo Funke que no cerrara fábricas, ya que "no sería lo correcto", al tiempo que se mostró en contra de despedir empleados "solo para ahorrar dinero".
DW