Y, a la vez, desde la Casa Rosada salieron a respaldar con énfasis a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que fue la responsable del operativo que dejó a cientos de detenidos y decenas de heridos de gravedad.
El día de la represión, la ministra hasta justificó el disparo a matar que hicieron las fuerzas de seguridad contra el fotoperiodista Pablo Grillo, que por estas horas sigue peleando por su vida. Lejos de condenar lo ocurrido, desde Balcarce redoblaron la apuesta: "Bancamos a full a Patricia", repiten. Y prometen más represión: "a nosotros, un 2017, no", dicen en referencia al gobierno de Mauricio Macri que ese año, luego del fracaso por tratar en el Congreso una reforma previsional, y tras una gran manifestación popular, comenzó a descender en las encuestas hasta perder las elecciones en 2019.
Desde el oficialismo intentan instalar la idea de que la movilización del miércoles fue "un intento de golpe". En realidad se trató de la misma marcha que los jubilados hacen todas las semanas frente al Congreso de la Nación, pidiendo un aumento de la jubilación mínima, que es de 297 mil pesos más un bono de 70 mil, recuperar los medicamentos gratis que este gobierno les sacó a los afiliados del PAMI, y que se sostenga la moratoria que vence este mes porque 9 de cada 10 mujeres y 8 de cada 10 varones no podrán jubilarse sin ella. La diferencia fue que, esta vez, la convocatoria fue mayor porque se sumaron hinchas de distintos clubes para respaldarlos.
Además de salir a repetir como un mantra que la marcha fue "un intento de golpe", en el oficialismo siguen redoblando la apuesta por la violencia. Cerca del Presidente confían que la represión y la violencia "es lo que votó la gente", y que el operativo del miércoles que dejó más de cien detenidos -que ya fueron liberados por una jueza que también fue atacada por el gobierno-- y decenas de heridos de gravedad. "Nos sube cerca de 10 puntos la imagen", se ufanan.
Página 12