Rusia y Ucrania iniciaron una primera ronda de conversaciones directas el 16 de mayo de 2025 en Estambul, pero aquel encuentro dio pocos resultados. Los dos países sólo se comprometieron a un canje de prisioneros a gran escala.
Esta nueva reunión tiene lugar el día después de un ataque ucraniano "a gran escala" en suelo ruso, que alcanzó hasta Siberia. Un asalto de gran alcance coordinado con drones contra cuatro aeródromos militares rusos dañó varias decenas de aviones, entre ellos cazas estratégicos, según los servicios de seguridad ucranianos (SBU).
Los enviados rusos llegaron el domingo, y el equipo ucraniano el lunes (2.6.2025) por la mañana. El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, habló ayer por teléfono con su homólogo estadounidense, Marco Rubio, sobre estas conversaciones.
Rusia anunció que presentaría un "memorándum" con sus condiciones para un acuerdo de paz, documento que se negó a transmitir a Ucrania antes de las negociaciones. Ambas partes están muy lejos de un acuerdo, ya sea una tregua o una solución a más largo plazo.
Las prioridades de Ucrania son "un alto el fuego completo e incondicional" y el "regreso de los prisioneros" y de los niños ucranianos que, según Kiev, Moscú se llevó a su territorio, declaró el domingo en redes sociales el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Zelenski también reclama una reunión directa con su par ruso, Vladimir Putin, una propuesta que el Kremlin ha rechazado varias veces. Moscú descarta el "alto el fuego incondicional" exigido por Kiev y sus aliados occidentales, e insiste en que se tiene que solucionar lo que llama "las causas profundas" del conflicto.
Rusia exige que Ucrania renuncia de forma definitiva a formar parte de la OTAN, y que le entregue las cinco regiones de las que reivindicada su anexión. Estas condiciones son inaceptables para Kiev, que pide una retirada total de las tropas rusas de su territorio.
DW