La responsable de los derechos humanos y el representante de la ONU en el país sudamericano instan a que se respete el derecho a la vida y la dignidad y exhortan a un diálogo pacífico.
Desde el viernes pasado se ha reportado la muerte de al menos catorce personas, además de que cerca de un centenar han sido lesionadas en la ciudad de Cali, en el marco de las manifestaciones que comenzaron el 28 de abril en Colombia para protestar por un proyecto de reforma fiscal del actual gobierno.
Ante la respuesta popular, la propuesta legislativa fue retirada, pero las movilizaciones continuaron para poner de manifiesto otras inconformidades por distintas problemáticas que afectan a la población.
Las últimas víctimas se suman a decenas más en distintas partes del país y, según despachos de prensa y las organizaciones de derechos humanos , la cifra de fallecidos a causa de la actuación violenta de las fuerzas de seguridad superaría los 50.
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó este domingo su profunda preocupación por los acontecimientos ocurridos en Cali, la tercera ciudad del país, desde el 28 de mayo, fecha en que los habitantes de la ciudad conmemoraban un mes de paro nacional, y detalló que 54 de los muertos y lesionados registrados se debieron al uso de armas de fuego.