El acuerdo se alcanzó durante una reunión del Grupo de los Siete, conocido como G7, llevada a cabo en el Reino Unido. El ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, celebró la decisión: “Cometer evasión fiscal será más difícil para las grandes empresas de todo el mundo, y este es un buen mensaje para la gente de nuestros países. En particular, los grandes gigantes tecnológicos tendrán que pagar lo que les corresponde, por lo que esto también es un gran logro”, dijo Scholz.
La organización Oxfam criticó el acuerdo del G7. En un comunicado, la agrupación dijo: “Es absurdo que el G7 afirme que está 'reformando un sistema tributario global disfuncional' al establecer una tasa mínima mundial de impuestos corporativos que es similar a las indulgentes tasas que se cobran en paraísos fiscales como Irlanda, Suiza y Singapur. Pusieron el listón tan bajo que es muy fácil para las empresas pasarlo por encima”.
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