Y desde el gobierno se respondío en consecuencia, casi inmediatamente aparecieron declaraciones del Presidente de la República, senadores, diputados, integrantes de la coalición multicolor.
En esas declaraciones, por ejemplo, se llegó a decir que se subestimo que fuera posible llegar a la cantidad necesaria, dicho en buen criollo: “mirá si van a llegar... “.
Esas repercusiones están en plena esfervecencia. Desde el Partido Nacional como del Colorado, sus cúpulas se han reunido para evaluar los pasos a seguir.
Y ese es el tema que nos ocupa: los pasos a seguir.
Pero antes, pensemos en la oposición, el PIT-CNT que desde su organización fueron los primeros que hablaron de referéndum, y de muchas otras organizaciones sociales y barriales, FUCVAN, y el Frente Amplio todo, ha obtenido un verdadero triunfo en medio de las restricciones que impone la pandemia para realizar una campaña como la que hicieron. ¡Vaya si es un triunfo!
El paso siguiente será validar las firmas desde la Corte Electoral. ¿Y en el plano político?... entre estos dos conglomerados de ciudadanos uruguayos no habría que hacer algo distinto.
El gobierno sintió el golpe. La oposición creció en la consideración pública, solamente vamos a esperar que la Corte diga sí, y salimos de campaña... ¿Es eso lo que espera la ciudadanía del sistema político? ¿Enfrascarse en mil y un debates sobre los artículos cuestionados que olvidan y postergan intereses tan indispensables como el trabajo, el salario, la salud, la vivienda y todo lo que se debe hacer para mejorar en esos rubros?
No son preguntas nada difíciles de entender. Ni unos ni otros deberían permitirse cruzarse nuevamente en la arena electoral por los artículos cuestionados, enfrentarse y olvidar que cuando terminen – no importa quien fuera el ganador- estamos a diez minutos del comienzo de la campaña electoral.
Que tal si pensamos un poco. Si nos ponemos de acuerdo en ponernos de acuerdo. Si se sientan y establecen un diálogo, una mesa especial, un consejo de arbitraje, el nombre puede suguir enseguida, que evite ese tortuoso camino. Si entre todos demostramos a la ciudadanía que el sistema político acuerda, genera escenarios positivos y proactivos, que no queda empantanado o mejor dicho, aferrado a lo que creen y chau, que te vaya bien. Tal vez sea el gobierno el que tenga la iniciativa para una convocatoria de esa magnitud. Sería un gran paso para generar acuerdos y políticas de Estado.
Como decía mi abuelita, ...¿y si antes de llegar a los bifes nos ponemos a charlar? Capaz que mejora algo...
Viejo Vizcacha
