Las canciones fueron compuestas en diferentes momentos y en diferentes lugares pero el disco tiene la particularidad de haber sido grabado durante la pandemia en un contexto totalmente excepcional.
La cancelación de todas las actividades (shows, giras, ensayos, etc.) permitió la disponibilidad de mucho tiempo para experimentar.
Cada idea, cada concepto sonoro fue buscado y desarrollado sin la presión de tener que terminar en cierta fecha y eso generó condiciones de trabajo con cierto relax excepcionales.
Grabado íntegramente en el "Estudio de las naranjas" (salvo pocas grabaciones adicionales), el disco se caracteriza por una estética sonora de un cuarteto de batería, bajo y guitarras con la presencia de sintetizadores y teclados que le dan una sonoridad diferente al disco.
Respecto a las composiciones se destacan las colaboraciones con la mexicana Mónica Vélez en la canción "Los Pasadizos" y con Cacho Labandera en la canción "En La Paloma".
La canción que sirve de presentación es "Eternos Misterios", un tema frontal y directo. Es una declaración de agradecimiento a la música por habernos permitido que ella esté en nuestras vidas.
Sin lugar a dudas que es el disco con más pulso, arreglos, programaciones e instrumentación desde que Diego comenzó a transitar su camino solista. Se destaca el sonido potente de la banda, canciones de autor montevideanas en formato de banda pop-rock.