Con la finalización del período electoral y la definición de un nuevo presidente para los próximos 4 años, se inició el período de transición de gobiernos en Brasil. En esta oportunidad el equipo del actual gobierno entrega gran cantidad de información sobre la marcha de la gestión del país a un equipo designado por el presidente electo. Entre esta información se encuentran, por ejemplo, los gastos, deudas e ingresos federales.
En 2002, el entonces presidente de la República, Fernando Henrique Cardoso, firmó una medida provisional, que luego fue aprobada por el Congreso y convertida en ley, con las reglas para el buen comienzo de un nuevo gobierno. En su momento, el propio Fernando Henrique proporcionó a su sucesor datos de su administración, en un proceso reconocido en el ámbito político como pacífico y civilizado.
Quién recibió la información del gobierno Fernando Henrique en 2002 fue exactamente el que asumirá la presidencia en 2023. Luiz Inácio Lula da Silva ya movilizó nombres de confianza para iniciar la transición. La coordinación del proceso previo a la toma de posesión está a cargo del vicepresidente electo, Geraldo Alckmin.
“Nuestro objetivo será brindarle al presidente Lula, de manera republicana y democrática, toda la información necesaria para que su mandato, que comienza el 1 de enero, tenga éxito en atender las prioridades de la población”, dijo Alckmin en las redes sociales.
De acuerdo con la ley, los integrantes de este equipo ocupan cargos públicos temporales, creados precisamente para el período de transición. La ley establece un límite de 50 personas para ocupar estos cargos a partir del segundo día hábil después de los resultados de las elecciones.
Los miembros del actual gobierno están obligados a brindar la información solicitada por el coordinador del equipo de transición, incluso sobre confidencialidades, así como brindar el apoyo técnico y administrativo necesario para su labor.
El ministro jefe de la Casa Civil es responsable de proporcionar local, infraestructura y apoyo administrativo al presidente y vicepresidente electos para que puedan trabajar en la transición.
La ley también determina que los cargos deben quedar vacantes dentro de los 10 días siguientes a la toma de posesión del nuevo presidente.
Agencia Brasil
