La jugada de Messi previa al tercer tanto -- corriendo casi contra la raya, en paralelo a la línea de gol sin perder la pelota ni la vertical ni la visión periférica-- contraría la ley de gravedad. Otro ejemplo del escaso apego a las normas que cunde en este suelo.
Jornada consagratoria para Julián Alvarez que participó en las tres pepas y que corre para marcar hasta al director técnico contrario.
Un repaso en Twitter recoge sagaces comparaciones entre el segundo de Julián y un golazo de Mario Alberto Kempes en el Mundial de 1978.
El relato de Víctor Hugo del tercer gol, los zigazagueos de Messi reversionó a su manera insuperable, el célebre del gol de Maradona a los ingleses en 1986. "Aladino eterno del fútbol, zurda infinita y extraordinaria". Olé, maestro.
Je, je, je: el equipo ganó, goleó y gustó. Los croatas mostraron templanza en una competencia desdichada. No pegaron, hicieron cuanto estuvo a su alcance para descontar. Luka Modric, un crack, mantuvo su romance con la pelota en las buenas y en las malas. Respeto para ese tipo, chapeau. La escena en que se arroja vanamente a los pies de Julián para impedir el segundo gol es simbólica y en una de esas injusta. Pero la vida continúa y los viejos luchadores dejan paso a las jóvenes generaciones. Álvarez y Enzo Fernández si no sucede alguna desdicha podrán participar en tres o cuatro mundiales más, brillan con atrevimiento en el estreno. Hay futuro.
Página 12