La crisis que asola a Sudán ocupando los titulares de las noticias mundiales no ha surgido de la noche a la mañana, sino que es la continuación de una serie de sucesos que han desestabilizado al país en los últimos dos años. Para entenderla mejor, Noticias ONU ha hecho un resumen de estos acontecimientos:
Desde el derrocamiento del expresidente Omar Hassan El-Bashir en abril de 2019, en Sudán se ha producido una turbulenta transición hacia un gobierno civil. El gobierno de transición liderado por civiles se estableció más tarde ese año, a través de un acuerdo de poder compartido entre líderes militares y civiles, pero fue derrocado por un golpe militar en octubre de 2021.
A partir de entonces, el país ha estado sin un gobierno dirigido por civiles.
Un proceso político posterior facilitado conjuntamente por las Naciones Unidas, la Unión Africana y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD) resultó en la firma de un acuerdo en diciembre de 2022 entre el ejército y algunos actores políticos civiles clave, impulsando los esfuerzos destinados a restaurar una democracia y un gobierno civil.
Al mismo tiempo, la economía del país ha tenido problemas y han aumentado los enfrentamientos entre comunidades y otros actos de violencia armada, con la población civil pagando el alto precio de numerosas vidas perdidas y viviendas destruidas en la región de Darfur y los estados de Kordofán del Sur y Nilo Azul.
La continua crisis política agudizó la marginación y los agravios políticos, así como los conflictos no resueltos sobre la propiedad de la tierra, todo esto en el tercer país más grande de África, con 48 millones de habitantes.