Era la inglesa preferida de los franceses, icono pop de la Francia post 68, con el tiempo acompañante del cine de la nouvelle vague y de sus esquejes hasta el presente. Dueña de una voz teñida de un delicioso acento británico, inconfundible en sus mistificaciones de una gramática parda del francés que hacía del error una neolengua que ella supo personalizar como una talla eufónica de su identidad.
A ese singular y ya tan querido "mal francés" el escritor Olivier Rolin, que también fue su pareja, lo solía llamar "el idioma criollo Birkin".
Jane Birkin fallecía el pasado 16 de julio en París, dejando una huella indeleble en el cine europeo a partir de su afincamiento en Francia, del que escapó en muy contadas ocasiones.
Nacida en el barrio londinense de Marylebone en 1946, hija de la actriz Judy Campbell y del capitán de marina David Birkin, bebe desde muy joven del ambiente pop del Swinging London y consigue su primer rol en el cine a los 17 años, edad con la que contrae matrimonio con el compositor John Barry, padre de su primera hija, la fotógrafa Kate Barry. Con un pequeño pero muy sonado papel en el film Blow Up de Michelangelo Antonioni en 1966, Birkin salta a la fama gracias al escándalo que provocó su desnudo en la película, un film que a medida que se iba proyectando iba perdiendo segundos, ya que los sucesivos proyeccionistas iban recortando los fotogramas en los que ella aparecía como souvenir.
Ya en Francia, en 1969, Birkin acepta el papel en un film de Pierre Grimblat, Slogan en donde conoce a Serge Gainsbourg y tal como sucede en el film, la pareja se enamora perdidamente.
A partir de ahí, la vida de Jane Birkin da un vuelco, si bien va encadenando roles en films menores o comedias populares francesas, Birkin decide probar con la música, alentada por Gainsbourg que ya era uno de los músicos más importantes de Francia. En 1969 graban juntos el tema "Je t'aime... moi non plus" escandalizando al Vaticano, a la BBC y probablemente al medio planeta más pacato o biempensante, lo que los convierte en los iconos de la cultura pop -y erótica- universal.
La canción dará lugar a una provocadora película escrita y realizada por Gainsbourg y estrenada con el mismo título del tema musical en 1976. Una reflexión sobre lo que hoy llamaríamos "queer", en la cual Birkin encarna a una camarera andrógina que se enamora de un camionero homosexual interpretado por Joe Dalessandro, que había sido icono de Andy Warhol.
En el mismo año de la grabación de aquel tema participó en uno de los mayores éxitos comerciales del cine francés de ese tiempo, el también motivo de escándalo La piscina, de Jacques Deray, donde asistía como adolescente a las turbulencias poliamorosas de Romy Schneider, Alain Delon y Maurice Ronet.
Los años 80 significaron para Birkin una reinvención de su carrera y de su vida personal. En 1981, cuando la vida con Gainsbourg se había vuelto demasiado complicada, Jane acepta un rol protagónico en el film de Jacques Doillon, La fille prodigue, y comienza una amistad con él que se transformará en romance. Pronto, Birkin y sus dos hijas abandonarán el domicilio de la Rue Verneuil, donde vivían con Gainsbourg (Charlotte había nacido en 1971) para vivir junto a Jacques Doillon y la pequeña Lou, que nacerá al año siguiente. Con él vuelve a colaborar en su siguiente film, La Pirate que la lleva de regreso al festival de Cannes.
A partir de entonces, las amistades y las colaboraciones de Jane Birkin con los más grandes autores del cine francés se suceden: Agnès Varda, por ejemplo, que le dedica el film retrato Jane B. por Agnès V. y con quien posteriormente escribe el film Kung-Fu Master que Jane protagoniza junto al hijo adolescente de Varda, Mathieu Demy, y que narra con delicadeza, la relación imposible entre una mujer de 40 años, sofisticada madre de dos hijas, y un adolescente de 14 años. Un punto de partida, por lo menos incómodo y que sin embargo no generó ninguna polémica tras su estreno en 1987.
Es de hecho, a partir de esos años que Jane Birkin, tiene la oportunidad de trabajar con los grandes nombres de la Nouvelle Vague no solo con su amiga Agnès Varda, con Jean-Luc Godard en Soigne ta droite y, muy especialmente con Jacques Rivette, en La bella latosa compartiendo elenco con Michel Piccoli y Emmanuelle Béart, en el que Birkin alcanza quizá su más alta cota interpretativa.
Este ciclo recoge sólo algunos de los títulos de la extensa filmografía de Jane Birkin (casi 70 films) y comienza por el espléndido homenaje cinematográfico que le realizó su hija Charlotte Gainsbourg al estrenarse en la dirección: Jane por Charlotte (2021), en él ambas se embarcan en un muy complejo y sensible retrato de Birkin como mujer, como artista y como madre.
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